sábado, 28 de marzo de 2015

El extraordinario viaje de T.S. Spivet


El extraordinario viaje de T.S. Spivet

El extraordinario viaje de T.S. Spivet
Título original
L'extravagant voyage du jeune et prodigieux T. S. Spivet (The Young and Prodigious Spivet)
Año
2013
Duración
105 min.
País
 Francia
Director
Jean-Pierre Jeunet
Guión
Jean-Pierre Jeunet, Guillaume Laurant (Novela: Reif Larsen)
Música
Denis Sanacore
Fotografía
Thomas Hardmeier
Reparto
Kyle Catlett, Helena Bonham Carter, Robert Maillet, Judy Davis, Callum Keith Rennie, Julian Richings, Rick Mercer, Jakob Davies, Dominique Pinon, Niamh Wilson, Amber Goldfarb
Productora
Coproducción Francia-Canadá
Género
Aventuras. Comedia | Comedia dramática. Road Movie. Infancia. Familia. 3-D
Sinopsis
T. S. Spivet, un niño de diez años, vive en una granja de Montana (Estados Unidos) con su madre, una mujer obsesionada por los escarabajos, su padre y su hermana, que aspira a ser Miss América. Spivet ha ido desarrollando un talento innato para la cartografía y los inventos. Un día, recibe la noticia de que el museo Smithsonian le ha concedido el prestigioso Premio Baird por la invención de la máquina del movimiento perpetuo. Lo invitan a una recepción y, sin decirle nada a nadie, se embarca en un tren de mercancías para llegar a Washington D.C

No llego a desentrañar el secreto que se esconde tras nuestra manera de mirar el mundo. Cómo de repente, de la noche a la mañana, perdemos esa pátina de irrealidad que durante nuestra infancia nos acompaña, y nos convertimos en meros espectadores de la vida, ajenos a la belleza que se despliega ante nosotros, más preocupados por mantener la rutina aberrante que nos consume, que por conseguir desenmascarar la magia de lo cotidiano. Pasamos de soñar y transportarnos por el universo con el potente vehículo de la imaginación a anclarnos en una existencia carente de espíritu donde parece latir una necesidad extenuante de recibir toda la crueldad que la realidad nos pueda proporcionar. Olvidamos lo que era ser niños, y deseamos ser mayores antes de tiempo.

Existen casos aislados, de adultos que afortunadamente aún no han perdido esa inocente cualidad de contemplar la existencia con el caleidoscópico prisma de la imaginación. Amigos del subconsciente, capaces de extraer la esencia onírica al día a día. Y a veces, alguno de esos extraños casos, decide dedicar su potencial a recordarnos que una vez fuimos niños manifestando su visión de las cosas a través de su arte. Jean-Pierre Jeunet, es uno de esos exploradores de lo irreal, capaz de deslumbrar con sus historias cargadas de imaginería visual y corazón.

En "El extraordinario viaje de T.S. Spivet", Jeunet vuelve a recurrir a su particular estilo narrativo para narrar sobre la pantalla la historia de un chico criado entre dos maneras de ver el mundo: una empírica y racional que nos obliga a comprender cada uno de los mecanismos de la naturaleza; y otra centrada en los impulsos más primarios, esos que nos acercan tanto al reino animal del que descendemos. Como un naúfrago a la deriva entre ambos mundos, T.S. nos enseña como el ser humano, es capaz de engañarse a sí mismo creando visiones parciales de la realidad, cuando la única verdad que existe es que el mundo que se abre ante nosotros, sólo de puede disfrutar si nos olvidamos de los prejuicios del presente, de las esperanzas de futuro y de los errores del pasado. Todo ello, contado de manera mágica con la capacidad soñadora de un niño, y las técnicas de un experto en exprimir las posibilidades a un arte que muchas veces se acerca más al ilusionismo que a la crónica real.

Jeunet no sorprende, pues ya nos ha habituado en anteriores cintas de su filmografía a su particular estilo; e incluso peca de condescencia con su propio relato, dejando que la ternura y la emoción se conviertan en pequeñas herramientas maniqueistas que persiguen la lágrima fácil. Sin embargo, ese pequeño lastre no empaña una cinta que aún así, encierra un alma de verdad durante gran parte de su metraje. Un viaje donde las sorpresas las elegimos nosotros, acompañando a un personaje que desde su imagen a su manera de entender las cosas, destila ternura. Una epopeya hecha con el corazón. Un corazón que late en cada episodio de una historia épica por su magia. Una película que nos invita a soñar e imaginar; nos llama a ver el mundo con los ojos perdidos de la infancia; y nos recuerda que amar la vida no es un pecado, sino un regalo que podemos desempaquetar de nuevo cada día.
EuTheRocker

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