domingo, 30 de noviembre de 2014

Metasía I



METASIA I
(Josep Sebastián)
Conocí a Guy en la escuela, cuando aún no levantábamos tres palmos del suelo. Guy tenía acento francés por sus orígenes y por eso algunos compañeros se burlaban de él diciendo que hablaba raro. A mí, por el contrario, me gustaba escuchar sus historias. Pronto comenzaron a decir que éramos un par de ciegos en el país de los tuertos, o al revés, qué se yo.
Algunas de sus aventuras se alojaban en pura metasía (palabra inventada por él), y conseguían mantenerme encandilado y a la expectativa de lo que pudiera ocurrir desde el principio hasta el final. Recuerdo alguna de ellas, como las playas que había bajo los adoquines de las calles de París. Mi amigo inventaba mundos inverosímiles y los coloreaba de verdes, azules, dorados y ocres, y al escuchar sus relatos me imaginaba las palabras como cristales iridiscentes y de formas geométricas imposibles.
Su mente creaba personajes recién salidos de cuentos de hadas al revés, en los que él siempre era el protagonista. Guy, el niño que salvaba al sol de la mujer que se lo comía a bocados. Guy, el maestro perfumero que creaba fragancias capaces de convertir al cazador en cazado. Guy, el niño que conquistaba el mundo con el poder de las palabras.

Metasía: f. Espacio que está más allá de la fantasía. Lugar al que solo es posible llegar a través de la fantasía.

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