I T V
(Josep Sebastián)
Con la minuciosidad que le
caracterizaba fue repasando todas las partes del motor antes de pasar la ITV.
Tensó las correas, comprobó los niveles de agua y líquido de frenos, el estado
de las bujías y las luces de los faros, la presión de los neumáticos y el
cierre correcto de las ventanillas. Cuando limpió la varilla del nivel de
aceite y la volvió a introducir como una espada en su depósito la puerta del
capó se vino abajo y su cuerpo y su alma quedaron incorporados para siempre en
el mecanismo de su preciado coche.
Un mes después, y sin
seguir teniendo noticias del paradero del hombre, su hijo fue a pasar la
obligada inspección del vehículo. Todo estaba perfecto salvo la emisión de
gases del tubo de escape. Los técnicos detectaron partículas extrañas y
desconocidas que podrían dañar el ecosistema del entorno.
Valorando que una
reparación no le compensaba seguir manteniendo el auto en funcionamiento
decidió llevarlo a engrosar las montañas de chatarra que se agolpaban en los cementerios
de coches.
Con el poco dinero que le
dieron aún pudo comprar un ramo de crisantemos que dejó encima del asiento del
conductor.
Afortunadamente, llevo el coche al mecánico para ese tipo de menesteres, no me gustaría quedarme atrapada dentro!
ResponderEliminarSaludos
Llevas el coche al mecánico...afortunadamente ? No me deis ideas... !!!
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