CUENTAME
(Jose Sebastián)
Ahora lo recordaban con
cierta simpatía siempre que lo habían de
volver a explicar a su hijo adoptivo cada vez que les decía:
—¡Anda, contadme aquello
de cuando os despidieron a los dos del trabajo!
Y Paco le repetía lo de
siempre, que en aquellos años grises las parejas de novios habían de solucionar
sus urgencias venéreas en moteles discretos, lugares escondidos en el campo o
en el interior de un vehículo, que además en su caso no era ni el suyo..
Lo más curioso es que
ellos, para colmo de una más que acusada morbosidad, se alternaban para salir
del Land Rover una vez acabado el acto, picar con los nudillos en la ventanilla
del conductor, cuadrarse marcialmente con la mano en el tricornio y decir:
— ¿Saben que les voy a
tener que denunciar por escándalo público?
Y tanto que lo sabían,
sobre todo la noche en que aparecieron por detrás las luces del coche de su
capitán.
En ese momento, el chaval
y Manolo se echaban a reír a carcajadas.
Las parejas de la guardia civil dan mucho juego y tu has tejido un relato divertido y sorprendente. Muy bien orquestado ese final.
ResponderEliminarEs cierto, es fácil buscar el doble sentido. lLevaba ya un tiempo con la idea de la homosexualidad en la benemérita, pero tardé en urdir la trama.
ResponderEliminarEl final ? Con el capitán de voyeur ??
Una abraçada, Anna