lunes, 4 de mayo de 2015

Disco de la semana (19) : Waltz for Debby - Bill Evans Trio



 Bill Evans


El trío de Bill Evans con Scott LaFaro y Paul Motian grabó cuatro discos de una calidad excepcional y muy homogénea. Dos de ellos corresponden al último día de un contrato de dos semanas de duración en el club neoyorquino, Village Vanguard. Uno es este excepcional "Waltz for Debby" y el otro se titula "Sunday at the Village Vanguard"
"My Foolish Heart" el tema que abre el álbum recibe un tratamiento introspectivo donde se aprecia con toda su intensidad el lirismo de Evans, al piano en su faceta mas reservada y casi especulativa. El tema que da titulo al disco es una composición propia de Bill Evans, dedicada a su sobrina, la hija de su hermano Howard y se ha convertido en todo un standar del jazz moderno. El compás 3/4 se aviene bien con su fraseo elegante de líneas prolongadas y articulado sobre movimientos de expansión y contención en los cuales tiene mucho que ver el impulso rítmico transmitido por su mano izquierda.
Con "Milestones" el disco alcanza su momento mas enérgico. Evans, fue un destacado interprete de las composiciones de Miles Davis, pero aquí se ve superado por el magnifico trabajo del contrabajista que no cesa ni un instante de sugerir ideas extraordinariamente nuevas desde su instrumento.
"Waltz for Debby" es un álbum, que responde fielmente al estilo que el pianista propuso desde el principio de su carrera. Fuertes dosis de romanticismo pianístico altamente sofisticado y siempre ensayando nuevas combinaciones armónicas inspiradas a veces por la música de los impresionistas europeos. El timbre aterciopelado de su música que algunos relacionan con su origen de flautista, la armonía y el empleo de figuras rítmicas muy características- con abundante recurso a los ritmos de 3/4- hacen que su estilo sea identificable casi al momento. La melodía nunca contó entre sus especialidades, pero la combinación de los otros dos elementos unido a una gran técnica instrumental, capaz de bajar a los matices mas delicados, compensa con creces esta supuesta limitación melódica.
Escuchar a este trío y respirar su libertad, sigue siendo hoy una de las experiencias mas gozosas para el aficionado al jazz. Mientras LaFaro, trenza sinuosas líneas de bajo, el pianista puede optar entre un fraseo ágil y rítmicamente complejo o un intenso baladismo donde los silencios adquieren una elocuencia similar a la de la música. Por su parte las escobillas de Motian, se emplean en efectos timbricos sobre los platos y solo puntualmente, subrayan el ritmo, presentido antes que indicado.
Bill Evans, inauguró una corriente neorromántica pero también creó el concepto de trío, hasta entonces inédito- al que llegó en colaboración de estos dos grandes músicos. Al margen de consideraciones históricas, es justo reconocer el merito de Evans en una época en que el jazz andaba por otros derroteros. No en vano el propio LaFaro, venía de formar parte del doble cuarteto de Ornette Coleman, que dio carta de naturaleza al freejazz.

                                                                                             Apoloybaco. Julio 2003

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