sábado, 19 de diciembre de 2015

Homo ebrius




HOMO EBRIUS

(Josep Sebastián)



     Pablo ya estaba un poco cansado de las correrías nocturnas con su amigo. Él, más sensato con la bebida,  conducía el coche hasta casa, destrozándose los pies.
     Y al final, como siempre, la misma escena. El pequeño diplodocus dormitando junto a la puerta mientras Pedro suplicaba:
     — ¡Vilma, ábreme la puerta!


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