POR
SIEMPRE, CENICIENTA
(Josep Sebastián)
En su carrera por desaparecer del baile
real antes de medianoche, Cenicienta se cayó por las escaleras de palacio
dónde, aparte de perder su zapato de cristal, sufrió un fuerte esguince en el
pie.
Ante las risas de su
madrastra, el hinchado empeine malogró
los intentos del duque por calzarlo.
Que mala pata la de la chica!!
ResponderEliminarTalvez la realeza no era lo mejor para ella.
Quizás fue lo mejor, seguir en la irrealeza.
EliminarLa naturaleza obró sabiamente. Tal vez en su torpeza, Cenicienta se libró de un duque venido a menos con el que habría cargado el resto de su vida "real".
ResponderEliminarSi al menos hubiese sido un príncipe!!
Sería el duque de Palma...?
ResponderEliminarMe imagino al duque intentando una y otra vez hacer encajar el zapato en el pie deformado de Cenicienta. Los hay muy tozudos. De la que te has librado Cenicienta!
ResponderEliminarBuen micro, Josep