INSOMNIOS
(Josep Sebastián)
Cuando
padecía de insomnio retiraba las mantas, apartaba el cartón y
colocaba la tarjeta de crédito a punto de caducar.
“Este cajero no da cantidades
superiores a 1000 euros”, indicaba la pantalla.
Se dormía pensando que a la mañana
siguiente entraría en la oficina y se
quejaría al director.
Que ácido ��
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